Daniel Mato es coordinador del programa Globalización, Cultura y Transformaciones Sociales, Centro de Investigaciones Postdoctorales, Facultad de Ciencias Económicas y Sociales, Universidad Central de Venezuela. Los objetivos del autor son explicar en qué consisten los procesos de globalización y la participación de los actores sociales en ellos. Para lograr esto, pretende señalar los errores más comunes cuando se piensa en “globalización”, y presentar una perspectiva de análisis que ponga de relieve la dimensión cultural (simbólico social) de algunos procesos de globalización. La hipótesis del autor es que si los actores sociales están correctamente informados sobre el proceso de globalización, podrían orientar mejor sus políticas culturales para beneficio de todos. Con procesos de globalización se refiere a los procesos sociales de interrelación e interdependencia entre los actores sociales a nivel mundial. La idea de políticas culturales implica las relaciones sociales de actores tales como organismos de gobierno, organizaciones comunitarias, empresas, etc. e integra los aspectos simbólico-sociales de todas las prácticas humanas.
Entre los errores en torno al concepto de globalización, figura el asumirla como un fenómeno suprahumano; reducida al ámbito económico y tecnológico, que actúa independientemente de las prácticas de los actores sociales; y el confundirla con el neoliberalismo al asumir que es resultado de la voluntad de algunos gobernantes y tecnócratas.
Los procesos de globalización implican cambios que no solo se dan en el plano económico sino también social y cultural, además no solo son producidos por empresas transnacionales, sino nacionales y dependen de las decisiones de la poblaciones implicadas. Por lo tanto, se produce una suerte de organización social compleja que involucra a todos y que tiene consecuencias sobre los mismos. Tal es el caso de la Mc Donalización que brinda inserción laboral a jóvenes, una nueva organización laboral, nuevos hábitos de consumo, etc. Otro ejemplo se observa en las relaciones que las organizaciones indígenas latinoamericanas han establecido entre sí y con organizaciones de alcance mundial para promover el desarrollo de políticas y de programas de sostenibilidad y manejo de los recursos naturales. Aquí Mato hace una distinción entre globalización desde abajo referida al accionar global de organizaciones indígenas contra la globalización desde arriba referido a otros procesos globalizantes.
El autor concluye su argumentación señalando que la globalización es el resultado de políticas culturales existentes en sistemas de relaciones transnacionales (políticas, culturales y económicas) en los cuales intervienen actores locales y globales; los resultados de estas interrelaciones suponen la adopción de ciertas representaciones o el rechazo o resistencia hacia ellas.
Mato considera que esas políticas culturales, formuladas consciente e informadamente, pueden ayudarnos a impulsar transformaciones que apunten a construir formas de organización social más justas y solidarias, tanto a niveles locales y nacionales como internacionales y transnacionales. La argumentación de Mato se centra en rescatar los tipos de relaciones sociales que constituyen una dinámica generadora de lo que se conoce como globalización. Sin embargo, Mato no contempla que la organización social transcultural no hace que la estratificación social desaparezca, todo lo contrario, los procesos de globalización acentúan la división social en nuevas formas de jerarquización lo cual sitúa a determinados agentes en una posición privilegiada que difícilmente sacrificarían en aras de una sociedad más justa. Y es que las relaciones de poder propias de cualquier sociedad, a escala mundial se acentúan más e interfieren en las políticas culturales, limitando a los agentes sociales.
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