Por Liliana Fernández Desde un punto de vista lingüístico, la lengua es considerada un sistema que permite la comunicación, la expresión de nuestros pensamientos, sentimientos y deseos. Por lo tanto, no hay una lengua que sea mejor o peor que otra. No cabe hablar de superioridad o inferioridad de una lengua respecto a otra e igualmente ocurre cuando se hace referencia a las variantes o dialectos de una lengua. Sin embargo, los hablantes tienden a desarrollar determinadas actitudes sociolingüísticas hacia su propia lengua y hacia las demás. Ya he afirmado que las diferencias lingüísticas no evitan la inteligibilidad entre hablantes ashéninkas y asháninkas. Sin embargo, muchos hablantes, sobre todo asháninkas, señalan que no entienden a sus pares ashéninkas. La intercomprensión lingüística entre las variedades lectales depende de la distancia geográfica y tiempo de permanencia en un lugar. Asimismo, depende del grado de contacto que el ashéninka haya tenido con hablantes de otras ...